Esta política de disuasión es de dominio público en el área de ingresos. “La verdad es que la persona ya está aquí, y lo que quieren es una solución, entonces nosotros tratamos de dárselas. A veces le otorgamos un descuento en la misma multa, en los recargos, de manera que la gente ve más conveniente a lo mejor pagar los 200 o 300 pesos de la multa, que hacer toda la tramitología que conlleva irte a otro recurso”, explicó la directora de Ingresos, Chiara Larissa Romero García.
Romero García argumenta que existen casos en los que el error en la boleta es muy evidente y el personal de la dependencia puede realizar la cancelación inmediata, pero cuando se trata de multas que dependen de la apreciación del policía, como en los casos de exceso de velocidad, uso de celular al conducir o no portar el cinturón de seguridad, se tiene que pagar.
En 2019 el Gobierno Municipal percibió cerca de 60 millones de pesos en ingresos por pago de multas, y la Tesorería es cuidadosa en los apoyos que le dan al contribuyente, porque un exceso en las condonaciones les pegaría en la recaudación, admite Chiara Larissa Romero, directora de Ingresos del municipio.
“Yo entiendo las historias, no digo que no sean reales, pero ¿cómo las vendo yo? O sea, no es que yo no te crea contribuyente que de veras no puedas pagar y que de veras sí hizo mal el policía y que de veras no te merecías esa multa, pero ¿y? ¿yo con qué me quedo?”, declara la funcionaria municipal.
* Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.