Omar Ulises Arcos fue baleado hace casi un mes por elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) cuando intentaba cruzar a Estados Unidos. Desde entonces, su estado de salud es delicado y su familia acusa opacidad por parte de las autoridades en las investigaciones.
El joven originario de Culiacán tiene 23 años y fue el pasado 27 de marzo cuando decidió trasladarse a Sonoyta, donde abordó un camión con aproximadamente 40 migrantes. Fue a la altura del cerro ‘La Nariz’ cuando elementos del Ejército Mexicano los interceptó y abrió fuego contra ellos.
Tras la refriega, Omar Ulises fue el único herido con un impacto de bala que le atravesó el estómago y fue detenido por el supuesto delito de portación de armas. Posteriormente, fue trasladado hacia a San Luis Río Colorado donde recibió atención médica.
Su esposa, Blanca Quintero y su madre, Isabel Moreno, acusaron que además de mantener hospitalizado a Omar por más de 30 días, también han sufrido el acoso por parte de los militares, quienes entran al cuarto del joven sinaloense para custodiarlo.
“Estuvo Sedena, estuvo Marina, los policías siempre están, estos también junto con los soldados tanto dentro como afuera eso es de diario.
“Cuando estaba en terapia intensiva entraban hasta su cuarto y él, débilmente, una de las veces que me dejaron entrar porque él me llamó, tenía taquicardia, tenía todo, tenía desesperación por eso me dejaron entrar. Me dijo que de los soldados que estaban ahí, me preguntaba y fue cuando yo le dije que ellos intentan acusarlo y él me decía: ‘no hagas nada, mamá’. Él pensaba que yo los estaba acusando a ellos”, relató Isabel Moreno.
Derechos Humanos, sin respuestas
También criticó el trabajo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al comentar que solo fueron visitadas en una ocasión, sin obtener actualizaciones sobre el seguimiento al caso de Omar Ulises.
En el caso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), ellos se deslindaron al asegurar que el tema corresponde al ámbito federal.
“Les expusimos las quejas (a la Comisión Nacional). Nomás un día estuvieron aquí y se fueron, dijeron lo mismo: ‘nosotros no podemos hacer nada, es un problema dedicado, contraten un licenciado. Una vez que el licenciado, que el juez lo declare limpio nosotros intervenimos y reparamos el daño.
“Quedaron de mandar un número de folio a una cuenta de mi hija, no mandaron nada. Hasta ahorita no tenemos ni un número de folio, no tenemos ningún número de queja”, detalló la madre de Ulises.
El Malpensado solicitó una postura a la CEDH y la CNDH. La versión de la Comisión Estatal coincidió con la de la familia, mientras la Comisión Nacional se negó a brindar información.
En busca de su historia en EU
Omar Ulises intentó llegar a Estados Unidos para conseguir trabajo y otorgarle una mejor vida a su esposa, a su hija de 3 años y a un bebé varón de 4 meses que viene en camino.
Él se desempeñó en varios restaurantes de Culiacán, pero la pandemia de Covid-19 provocó que estuviera desempleado, por lo que, optó por salir del país a través del desierto de Sonora.
“Se desesperó mucho mi hijo, y me convenció de que le diera permiso, hasta que él me dijo: ‘mamá, tenme fe, sí voy a llegar, sí voy a llegar’, me dijo y yo le dije: ‘hijo, si no aguantas entrégate a la ‘migra’, no quiero que te quedes tirado en el desierto.
“Yo nunca tuve miedo a los soldados, nunca, y ahora les tengo pavor”, exclamó Isabel Moreno.