Por José Francisco Arredondo
En el cruce de las calles Pino Suárez y Álvaro Obregón de Hermosillo se ubican Wilber Romero, su esposa Dunia y su hija Daniela. Una familia hondureña cuya misión es encontrar una mejor vida en los Estados Unidos.
Ellos arribaron temporalmente a la capital sonorense procedente de la ciudad de El Progreso, Honduras tras un viaje de más de tres mil 500 kilómetros recorridos y 65 días a bordo del tren coloquialmente conocido como “La Bestia”.
El Progreso es un municipio con aproximadamente 200 mil habitantes que se encuentra a cuarenta minutos de San Pedro Sula, segunda ciudad más grande del país.
Fue en noviembre de 2020 cuando el huracán ‘Iota’ impactó con fuerza a El Progreso, donde causó catorce fallecimientos y dañó cientos de casas, entre ellas, la de la familia Romero.
Wilber y su familia fueron forzados a realizar una escala no planificada en Hermosillo, luego que les fuera prohibido el acceso al tren que los llevaría hasta Nogales, esto para proteger a Daniela, su hija de tan solo tres años.
“Nuestra tirada es llegar a Nogales y entregarnos a migración norteamericana para poder pedir un asilo político. En Hermosillo nos bajaron del tren ahí en la estación, llegaron los guardias y dijeron que no podíamos ir por la niña”, mencionó Wilber.
Consigo cargan una mochila con unas cobijas, un par de cambios de ropa así como medicamentos para la fiebre y tos, además de la bandera de Honduras, misma que muestran con orgullo y refrenda su esperanza de llegar a su destino.
Llegar hasta Sonora no les fue fácil. A lo largo de su viaje se toparon con distintas adversidades entre ellas, asaltos y una caminata de tres días.
“A nosotros nos han robado en el tren, allá por Toluca, Estado de México y Veracruz, son las partes donde los ladrones afectan más porque son partes muy solitarias. Nos asaltaron allá en Orizaba, ahí se para el tren y hace mucho frío.
“Ahí en Guadalajara nos quedamos en las puntas, pero es muy peligroso, no pudimos agarrar el tren. Con nosotros éramos 27 los que veníamos caminando desde Guadalajara hasta Ixtlán del Río, tres días hicimos caminando”, recordó.
Aunque solo llevan en Hermosillo poco más de tres días, la familia no ha estado exenta de apoyo, principalmente por una vecina de la colonia El Ranchito que les ofreció un lugar donde quedarse.
“El mensaje sería de gracias porque la gente es buena aquí. Les diría que si me pudieran apoyar sería con ropa para mí, mi esposa y mi hija porque no necesito dinero en efectivo”, solicitó.
Según la Secretaría de Gobernación de México de enero a octubre de 2020 se recibieron once mil 736 solicitudes de refugio por parte de ciudadanos hondureños.
El fenómeno continuaría al darse a conocer las intenciones de un grupo de migrantes que contemplan iniciar una caravana que saldrá el viernes 15 de enero de San Pedro Sula con el objetivo de vivir el “sueño americano”.