Más de 3 mil especialistas de todo el mundo participarán en las acciones académicas que impulsará el foro en la Universidad de Sonora
HERMOSILLO.- El XVI Congreso Mundial de Mediación 2020 es un espacio donde se obtendrán las herramientas, conocimientos y posibilidades de incidir en una cultura de paz, y a su vez cómo poder abordar y resolver conflictos de una manera colectiva para alcanzar la concordia entre los seres humanos, señaló Enrique Fernando Velázquez Contreras, rector de la Universidad de Sonora, durante la inauguración del encuentro virtual que congregó a más de 3,000 especialistas en el área.
Velázquez Contreras dijo que urge generar ideas creativas pertinentes, fincadas en la justicia autocompositiva y en dos de sus ramas fundamentales: la mediación y la justicia restaurativa, con el propósito de edificar entre todos la justicia y la paz, elementos indispensables para que todos los seres humanos, en cualquier rincón del planeta, dispongan de las condiciones para alcanzar el desarrollo armónico de su personalidad.
El rector abordó cinco puntos esenciales para el desarrollo del Congreso Mundial de Mediación; el primero resaltó la oportunidad que estudiantes de diversas instituciones superiores de países podrán tener acceso a talleres y conferencias que fortalecerán su intelecto, pues hacerlo de manera en línea abre ventajas de aprendizaje para las futuras generaciones de agentes de la paz.
“Hay beneficios en la modalidad virtual; entre ellas, que nuestros alumnos pueden asistir al congreso y esperamos que en su edición XVII se ofrezca esta misma oportunidad para aquellos que no puedan asistir”, señaló.
También reflexionó sobre el reto que representa la polarización que se registra en los diversos países donde la sociedad está dividida, y como mediadores existe mucho trabajo para encontrar un punto de equilibro; también mencionó la justicia social, derechos humanos y la intervención de la neurociencia, la cual empieza a coincidir entre las ciencias sociales y las ciencias biológicas, pues al parecer sí hay un componente genético en el conflicto de intereses de las personas.
Por su parte, Jorge Pesqueira Leal, presidente del comité organizador, informó que serán cuatro días, del 26 al 29 de agosto, donde se llevarán a cabo 27 conferencias por expertos de América, Europa, Asia y África, en temas como La epistemología de la justicia restaurativa como base de cambios positivos en las culturas contemporáneas; Mediación familiar preventiva: hacia su rescate como elemento natural y fundamental de la sociedad, y Escuelas pacíficas y mediación asociativa: hacia su articulación con la familia y la comunidad, entre otros temas.
También habrá 42 talleres, diez foros, cinco presentaciones de proyectos exitosos, cinco ponencias, la presentación de la Revista Turbulencias y la exhibición de cinco libros que serán dados a conocer el día viernes 28 de agosto, de 10:30 a 12:00 horas, tiempo de Sonora.
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980
Asimismo, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, indicó que el objetivo de un mediador es llevar a cabo un acercamiento entre las partes en conflicto para el dialogo y propuesta. “Muchas veces hay que ceder para construir, y otras hay que ser firmes en las convicciones, por lo que nos lleva a decir que un mediador ayuda a combinar distintos criterios”.
Reiteró que se necesitan leyes para convivir, pero no toda regla es justa, y son éstas las que se deben de resistir para su anulación en su totalidad; sin embrago, cuando hablamos de mediación, es una relación justa porque hace un equilibro para buscar verdad, justicia y reparación de daños, y agregó que la paz es una dinámica permanente de relaciones entre las personas y los pueblos.
Los agentes mediadores deben de poseer valores, ética y responsabilidad, pues su campo laboral está compuesto por sujetos y no por objetos; por ello, se tiene la gran encomienda de encontrar soluciones para poder vivir en concordia, a pesar de las diferencias de pensamientos, abundó.
Pérez Esquivel mencionó que hay tres grandes ejes filosóficos y éticos: quiénes somos, qué tenemos y a dónde vamos; por lo tanto, se debe fomentar una justicia independiente, como parte fundamental en la construcción democrática. “A veces no encontramos el camino correcto, pero debemos observar a quiénes nos antecedieron, pues ellos fueron sembrando los conceptos para poder llegar a una sociedad equilibrada”, afirmó.
El congreso: un espacio para la reflexión y el debate
En tanto, Luz María Durán Moreno, directora de la División de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora, manifestó que el Congreso Mundial de Mediación 2020 es un encuentro de aprendizaje y de experiencias, donde amigos y estudiosos de la justicia restaurativa han sabido llevar la metodología, palabras y estrategias para solucionar conflictos de manera pacífica y romper con viejos esquemas basados en enfrentamiento y discordia.
“Este congreso se ha convertido en el mejor espacio para la reflexión y el debate, permite evaluar avances que se tiene y la perspectiva de a dónde se tiene que dirigir el camino; estas reuniones son oportunidades para analizar y solucionar controversias de manera colaborativa, con un fin: contribuir a la promoción de la cultura de la paz y acceso a la justicia”, concluyó.
Para mayor información de las actividades del XVI Congreso Mundial de Mediación 2020, puede acceder a la página https://www.congresodemediacion.com/programa/.