Investigación desde lo local

La pandemia que volvieron invisible en Baja California

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Mientras que autoridades de Baja California centraron sus esfuerzos en el combate a la pandemia ocasionada por el Covid-19, que hasta el 7 de mayo había dejado 2 mil 143 contagios y 327 fallecidos; la otra pandemia, la relacionada con la violencia de género, prácticamente fue desatendida, al grado que el Estado se ha convertido en uno de los más riesgosos para las mujeres durante la contingencia.

Redacción: Armando Nieblas del Campo

Fotografía: Cristian Torres Cruz

Desde el pasado 17 de marzo, fecha en que la Secretaría de Salud confirmó los primeros casos de Covid-19 en Baja California; curiosamente en dos mujeres residentes de Mexicali, el panorama cambió radicalmente, las medidas sanitarias se incrementaron, las restricciones se endurecieron y todos sin excepción se vieron en la necesidad de implementar protocolos para evitar ser contagiados.

Los recursos de los gobiernos en todos los niveles se focalizaron en contener la pandemia e impedir la mayor cantidad de contagios posible.   Todas las dependencias públicas implementaron acciones para proteger a sus empleados, así como a los ciudadanos que buscaban realizar algún trámite.

Sin embargo, la emergencia sanitaria generó otra consecuencia, no precisamente relacionada con el coronavirus, pero igual de importante, como es la violencia de género.

Tan solo en 2019 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública documentó más de 10 mil casos de violencia familiar y 239 homicidios de mujeres, pero únicamente reconoció 22 feminicidios.

Quedarse en casa agrava violencia de género

Mayra Samaniego López, Oficial de Programas en el Fondo Frida para Jóvenes Feministas, aseguró que desde el inicio de la contingencia fue evidente el incremento en la violencia a la mujer, lo cual ha sido denunciado por diversos colectivos.

Detalló que una de las principales consecuencias del aislamiento obligado por la pandemia, fue el incremento en la carga laboral de las mujeres, pues además del trabajo remunerado, se vieron en la necesidad de realizar labores domésticas no remuneradas, como el aseo del hogar y el cuidado de los menores.

Peor aún, debido a la contingencia muchas mujeres y niñas se ven obligadas a permanecer aisladas con sus agresores, lo que sumado a la precariedad económica, la presión y la falta de manejo de emociones en el caso de los hombres, ha ocasionado un aumento en los casos de violencia en todo el país.

Según la Red Nacional de Refugios durante las primeras semanas de confinamiento, se incrementaron un 60 por ciento las llamadas de auxilio y en 30 por ciento las denuncias por violencia, mientras que los 69 centros que forman parte de este organismo reportan ocupación de entre 80 y 110 por ciento.

Pero eso no es lo peor, según Mayra el presupuesto que otorga el Gobierno Federal a los refugios se ha reducido considerablemente, incluso, en la actualidad se encuentran retenidos alrededor de 400 millones de pesos que forman parte del presupuesto anual de la Red, lo que dificulta los trabajos de acompañamiento. 

“Es preocupante el hecho de que no haya presupuesto suficiente para esos centros, ya que la ONU estableció que se deben implementar protocolos para la atención y disminución de los casos de violencia a las mujeres”, indicó.

Se disparan cifras de violencia en Baja California

La Directora del Instituto de la Mujer en Mexicali, Leonor Maldonado, reconoció que a nivel nacional se ha registrado un aumento en los casos de violencia a la mujer debido al confinamiento ocasionado por la pandemia del Covid-19, ya que las mujeres se encuentran en estado de vulnerabilidad ante sus agresores.

Dijo que recientemente el Consejo Nacional de Población recomendó cuidar a las niñas frente a la violencia sexual en los hogares y advirtió que si bien el programa “Quédate en Casa” reduce la posibilidad de contagio sanitario, representa un riesgo en el aumento de la violencia a las niñas entre 6 y 11 años, especialmente la sexual.

Según la funcionaria, durante el mes de enero el C4 recibió 2 mil 653 llamadas de auxilio por violencia a la mujer, cifra se incrementó en febrero para llegar a 2 mil 965, pero que disminuyó en marzo con tan solo 2 mil 385, una vez que inició la contingencia.

Leonor Maldonado consideró que el asilamiento ocasionado por la pandemia representa un peligro para las mujeres que se encuentran confinadas con su agresor, pues aunque existen diversos tipos de tecnologías, es más complicado que presenten denuncias.

Dijo que uno de los mayores problemas es que el Poder Judicial no se encuentra laborando, por lo cual es difícil implementar protocolos para proteger a las mujeres agredidas, por ejemplo, que sean los agresores los que se vayan de casa, no las mujeres, ya que éstas no tienen donde resguardarse, mientras que las casas de refugio son insuficientes.

En Mexicali el único refugio para mujeres en situación de violencia es el operado por CAVIM, donde las víctimas acuden con sus hijos y continúan con su vida de forma habitual, mientras reciben asesoría psicológica y legal.

Por último, la Directora del INMUJER consideró que la mayoría de los feminicidios pudo haber evitado, pues en la mayoría de los casos existen denuncias previas, de ahí la importancia de darle seguimiento a ese tema.

Aumentan llamados de auxilio durante la contingencia

Bertha Alicia Martínez Uro, Directora del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar en Mexicali (CAVIM), organismo que opera el único refugio para mujeres en la ciudad, dio a conocer que el número de llamadas de auxilio se ha incrementado en al menos un 30 por ciento durante los meses de marzo y abril, en comparación con los mismos periodo del 2019.

Originalmente los meses con mayor violencia a la mujer en Mexicali son durante verano, sin embargo, las cifras que se están registrando actualmente son muy similares.

“Estábamos acostumbradas a tener más o menos 20 o 21 familias con violencia y hemos estado en 28 familias que es bastante, son números muy fuertes porque no estamos hablando de una persona, estamos hablando de familias y eso hace que la violencia suba”, explicó.

Explicó que el confinamiento obligado por el coronavirus dificulta la convivencia entre las familias, lo que se traduce en violencia: “No hay trabajo, no hay dinero para comer, todo eso está complicando esa convivencia forzada que se está dando… Hay familias y parejas que nunca discutían y ahora lo hacen”.

La Directora de CAVIM expresó que el hecho de permanecer en aislamiento con sus presuntos agresores dificulta a las mujeres la posibilidad de presentar denuncias, por lo tanto es probable que existan casos de violencia, e incluso feminicidios, que aún no se han dado a conocer debido a la cuarentena, ya que siguen recibiendo llamadas de auxilio.

“Nos preocupa mucho el alza de violencia que notamos en la actualidad y que no son las cifras verdaderas, cuando esto se acabe van a salir las cifras más amplias de lo que ya están, no es la misma violencia de años anteriores, si han subido”, apuntó.

Debido a la pandemia muchas empresas se vieron en la necesidad de suspender labores y realizar recortes de personal, lo que impacto especialmente a las madres solteras que no tienen a donde recurrir, lo que se considera otro tipo de violencia.

Finalmente, Bertha Alicia Martínez Uro manifestó que no existe ningún protocolo para atender a las mujeres en situación de violencia durante la pandemia, pese a tratarse de un problema de salud pública y social.

Baja California sin refugios para atender a las mujeres

Pese a tratarse de uno de los Estados con más casos registrados, Baja California solamente cuenta con un refugio para atender a las mujeres en situación de violencia, el cual se ubica en la ciudad de Mexicali y es operado por un organismo de la sociedad civil, como es el caso de CAVIM, mientras que en Tijuana únicamente existe un albergue.

Wendy Figueroa, Directora de la Red Nacional de Refugios, señaló que en México existen pocos refugios, incluso algunos solo funcionan como albergues, lo que pone a las mujeres en una situación mucho más vulnerable, como es el caso de Baja California.

Dijo que uno de los problemas es que no se han implementado las casas de emergencia, las cuales son necesarias durante esta pandemia, ya que se trata de lugares donde las mujeres pueden llegar antes de ser enviadas a los refugios.

“El tema con los refugios es que no somos una política de estado, somos una política de gobierno que cada año tenemos que estar buscando financiamiento y por lo tanto no hay un mandato, ni una obligación para que los Estados y Municipios implementen refugios”, apuntó.

Mujeres y niñas quedaron desprotegidas

Durante un seminario realizado vía web el pasado 21 de abril, la investigadora Aimée Vega Montiel del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, manifestó que durante las últimas semanas de mes se redujeron las llamadas de auxilio, debido a que los agresores impiden a las mujeres no pueden denunciar.

La investigadora señaló que el confinamiento a causa de la pandemia ha dificultado la presentación de denuncias, pero no hay políticas para evitar eso, solo esfuerzos de organismos de la sociedad civil.

Expresó que todos los recursos de salud se concentraron en la atención al COVID, pero se descuidaron otras áreas de importancia para las mujeres relativas a la salud sexual y reproductiva.  

Pero la violencia física y sexual, no son las únicas consecuencias que viven las mujeres durante la contingencia, pues según la investigadora, el confinamiento ha incrementado el consumo de pornografía y explotación sexual infantil digital, lo que pone en riesgo a muchas menores en todo el país.

Como si no fuera suficiente, en México al menos 32 millones de mujeres reciben un salario por debajo de la línea de bienestar y representan el 92 por ciento de las personas que laboran en la informalidad, por lo que dejar de trabajar en este periodo no es una opción para ellas.

Aimée Vega Montiel denunció que existe el riesgo de que los avances obtenidos en la lucha por la igualdad de género y la erradicación de la violencia queden rezagados a causa del Covid-19 y que deje ser una prioridad para los gobiernos, lo que ya se ha visto reflejado en el recorte presupuestal a los organismos que apoyan a las mujeres.

Consideró que las grandes ausentes en el plan de contingencia de la pandemia han sido las mujeres y las niñas, por ejemplo, la organización Equis Justicia para las Mujeres, que señala que el 84 por ciento de los Poderes Judiciales del país no contemplaron recursos legales para proteger a las mujeres víctimas de violencia.

Datos del INEGI señalan que más del 70 por ciento de las mujeres violentadas no denuncian porque se encuentran atemorizadas y no hay un entorno social que las acompañe, pero además no hay un sistema de justicia que garantice el acceso a sus derechos.

Poder Judicial de Baja California el peor evaluado

Por considerar que no se implementaron mecanismos para dar seguimiento a las medidas de protección a las mujeres durante la contingencia sanitaria ocasionada por el Covid-19, la organización EQUIS Justicia para las Mujeres ubicó al Poder Judicial de Baja California, junto con el de Guanajuato, como los peor evaluados a nivel nacional.

El informe denominado “(Des) protección Judicial en tiempos de Covid-19” realizado por este organismo, llevó a cabo un análisis de los 32 tribunales estatales para determinar si se contemplaron medidas para atender la contingencia con perspectiva de género, con base en los acuerdos y comunicados emitidos por cada uno.

Entre los criterios que fueron evaluados se encuentran las órdenes de protección en materia familiar y penal, medidas precautorias en materia familiar, medidas de protección en materia penal, pensión alimenticia, Centros de Convivencia Familiar y las políticas laborales internas para responder a las necesidades del personal frente a la crisis sanitaria (protección a grupos vulnerables, personas con cargas de cuidado).

En dicho ranking los Estados de Querétaro y Nuevo León fueron los mejor evaluados, al obtener una calificación de 88.1 y 80.7, respectivamente.  En contraste, Baja California y Guanajuato se ubicaron hasta el fondo de la lista luego de ser calificados con cero.

Entrevistada al respecto, Maissa Hubert, Subdirectora de EQUIS Justicia para las Mujeres, explicó que la mala evaluación que obtuvo Baja California se debe a que los avisos emitidos por el Poder Judicial se limitaron a la suspensión de labores, sin establecer medidas para dar continuidad a los servicios evaluados.

“No dan en absoluto una idea de cómo se pueden mantener esos servicios que están siendo considerados como servicios esenciales por cualquier orden de gobierno en cualquier entidad, entonces eso es el principal problema; desde el Poder Judicial no existe información confiable sobre si existen esos servicios o si le están dando seguimiento”, indicó.

Finalmente Maissa Hubert calificó de preocupante la situación, pero aclaró que no podrían determinar si esa situación está provocando un aumento en los casos de violencia en la Entidad, aunque seguramente puede tener un impacto.

Mujeres a la deriva, desconfían de las autoridades

Entrevistada sobre el tema, Angélica Medina, integrante del Colectivo Centinelas en Mexicali, expresó que cada día las mujeres en situación de violencia buscan más apoyo en los organismos de la sociedad civil debido a la pérdida de confianza en las autoridades, especialmente en la actualidad, en que toda la atención se centró en el sector salud debido a la contingencia.

“Si de por si hay pocas denuncias, o no se denuncia o no se atienden los llamados, pues ahora poniéndole atención en esta emergencia sanitaria, que también lo vale, pero creo que debería haber una estrategia que no olvide estas discriminaciones o este tipo de violencia que han vivido los grupos vulnerables y sobre todo las mujeres que pertenecen a estos grupos vulnerables”, indicó.

Entre esos grupos se encuentran las mujeres usuarias de droga, trabajadoras de maquila, de grupos de la periferia, trabajadoras sexuales, entre otras.

Señaló que además de la violencia, el aislamiento social limita las redes de apoyo, ya que las mujeres desconocen a dónde acudir en caso.

“Se han olvidado y se han dejado de lado temas que eran de por sí ya urgentes en el Estado y en el país, como es la violencia, entonces pienso que no se deben descuidar estos temas y también abonar en estas campañas de prevención de la violencia, la prevención antes de llegar al feminicidio”, expresó.

Angélica Medina coincidió en que no hay un protocolo determinado para atender a las mujeres en situación de violencia durante la pandemia, es resultado del poco interés que han puesto las autoridades en el tema desde hace muchos años.

Comentó que la violencia a las mujeres se ha visto reflejada durante la pandemia en las agresiones que han sufrido las trabajadoras de la salud, como doctoras y enfermeras, o en aquellas que se quedaron sin empleo durante la emergencia sanitaria.

La activista mencionó que solamente existen dos refugios en Baja California, uno en Tijuana y otro en Mexicali, lo cual es insuficiente tomando en cuenta la cantidad de mujeres en situación de violencia.

Alerta en el olvido

Por otro lado, la activista mencionó que hasta ahora hay poca información de la solicitud de alerta de género que se realizó de parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para Baja California, pues en teoría debió ser declarada desde finales de marzo.

“Es un tema pendiente, esto de la alerta de género, no hay una seguridad para las mujeres de que en realidad se está trabajando, mucho menos ahora con esta pandemia, para atender todas estas situaciones”, expresó.

Dijo que uno de los mayores problemas es que en muchos de los feminicidios la justicia no ha sido pronta o expedita, por ello la importancia de que la alerta de género sea declarada con el propósito de atender mejor este tema.

Angélica consideró que la falta de justicia y herramientas para ayudar a las mujeres ocasiona una gran cifra negra en cuanto a los casos de violencia, pues seguramente muchas de ellas permanecen calladas.

“Cuando las chicas son abusadas sexualmente y van a denunciar, muchas veces no se les ofrece la pastilla de emergencia a la que tienen derecho, según la NOM 046, en caso de ser violadas o estar embarazadas o para evitar el embarazo, eso no se hace”, puntualizó.

Finalmente Angélica Medina mencionó que hay casos de mujeres que difícilmente acuden a presentar denuncias debido a que no cuentan con los recursos económicos suficientes para trasladarse a las instituciones de justicia, lo que se recrudece durante la contingencia, ya que no existen protocolos o procedimientos para atenderlas.

Especiales RadarBC

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